Estudio del desarrollo de las habilidades motrices básicas en un grupo de 40 alumnas de las edades 9 y 10 años del grado cuarto “A” de la Escuela Urbana República de Nicaragua
PEDRO MANUEL FLOREZ PEREZ
GUSTAVO ADOLFO CADAVID QUIROZ
JUAN GUILLERMO SALDARRIAGA
JOHN ELIAS ORREGO TAMAYO
JUAN DIEGO ZEA
Trabajo de grado para optar él titulo de Especialista en Educación Física y Deporte Infantil
Asesor: Ph Dr. CLARO ORLANDO AURRECOCHEA HERRERA
UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA
ESPECIALIZACION EN EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTE INFANTIL
DIRECCION NACIONAL DE POSGRADOS
MEDELLÍN
2001
INTRODUCCION
Es un término amplio que se refiere a todas los procesos de cambio por los cuales las potencialidades de un individuo se desdoblan y aparecen como nuevas cualidades, habilidades, rasgos y características correlacionadas. Incluye las ganancias de largo plazo y relativamente irreversibles del crecimiento, maduración, aprendizaje y realización (Pikunas, 1979).
Los esquemas mentales tradicionalmente se han abordado desde la lógica de los hemisferios derecho e izquierdo para explicar los procesos del conocimiento y la construcción del mismo.
Hoy los neurocirujanos y los sicólogos evolutivos comienzan a realizar otro tipo de planteamientos para explicar las formas de construcción del conocimiento y los procesos de aprendizaje superiores.
Algunos comienzan a difundir la tesis de los analizadores y otros abordan la actividad neuronal desde el hemisferio jerárquico y el transversal. El primero nos ayuda a construir las categorías y el segundo nos ayuda al pensamiento creativo y la solución de problemas.
Incluso algunos más atrevidos como Daniel Coleman (1.998), Laurentz Chapiro (1.997) y Robert Kooper (1.996) comienzan a difundir la tesis de la inteligencia emocional para argumentar que el conocimiento es cuestión de neuronas sino una interrelación de las mismas con aquello que se ama interiormente, de lo contrario no es posible llegar a los procesos mentales superiores.
Análisis estos que tienen su origen históricamente en Sigmund Freud, y posteriormente con Vigotski quien levanta la tesis de las zonas de desarrollo próximo y las estimulaciones adecuadas, pertinentes y suficientes para la elaboración de los conocimientos en los individuos.
Unos y otros le han aportado bastante a lo que es el acto educativo, sobre todo en la forma en que la especie construye y elabora el conocimiento, lo cual es bien interesante para efectos pedagógicos.
Quiero tomar estos argumentos para señalar que mientras el estudiante intenta aprender, el educador intenta enseñar; verbos que de una u otra manera no significan lo mismo.
Es por ello que la lengua, fenómeno cultural históricamente posterior al habla, es según Rojas (1.989), el reino de las articulaciones de los signos, “un sistema que combina una serie distinta de significantes con una serie distinta de significados, de tal manera que esas articulaciones convierten la facultad del lenguaje en pensamiento hablado y sirve de mediadora entre el individuo y la sociedad”.
De allí surge la idea de Luria, Aleksandr en Lenguaje y Pensamiento (1.980) “la palabra señala un objeto, un fenómeno, una acción, o una relación, nos da la posibilidad de analizar los objetos, destacar de ellos las propiedades esenciales y situarlos en determinada categoría. La palabra es un medio de abstracción y síntesis, refleja los nexos y relaciones profundas que hay tras los objetos del mundo exterior”.
Por ello Johnston y Johnston en (1.988) sostiene que “se ha observado que el juego sirve como un organizador de elementos sensorio-motores, emocionales, perceptivos, cognoscitivos y lingüísticos y que ayuda a la niñez a moldear muchas de sus pautas que evolucionarán a lo largo de toda una vida. Sin embargo la niñez privada de ventajas educacionales y sociales, que han sido criados por madres desanimadas en barrios desorganizados, no aprenden a jugar (Murphy, 1.972), debido a que sus madres poseen pocos recursos personales – o ninguno – para educarlos. Por lo tanto, estos niños (as) manifiestan problemas en la escuela y en las situaciones sociales.
Ellos parecen generar poco o ninguna curiosidad y poseer un vocabulario inadecuado. Los niños (as) no pueden construir las pautas y sistemas de reglas que normalmente desarrollan en el lenguaje y en las habilidades motrices basicas adquiridas en la escuela”.
Es por ello que en los primeros años de la escuela o en lo que se denomina la primera infancia es fundamental que nosotros los educadores físicos o padres de familia comprendamos la importancia del juego y de la metodología aprender jugando, para ir desarrollando el niño todo su acervo motor.
Así muchos adultos crean que es más importante la tarea escolar, es un derecho que tienen los niños al juego, porque “el cuerpo es el escenario primero de la socialización” (Rosana Regillo 1.997).
Acá se debe reconocer que la experiencia humana fruto de los procesos de socialización de los cuales participan hombres y mujeres, ha dejado su huella en el inconsciente de los seres humanos, determinándoles una manera particular de ser y unos rasgos que los (as) identifican como tales.
Más cercana a nuestra experiencia está la impronta tejida por el aparato escolar como transmisor de esa cultura, que ha mirado al cuerpo desde la higiene, el aseo, el castigo, la culpa, el orden que limita, el control, las prohibiciones, la vigilancia, y la manera como se impone la disciplina, entre otras.
La categoría disciplina se heredo de la polis griega como parte de la milicia y no como término a fin al acto pedagógico.
Esto debido a que histórica y culturalmente la sociedad ha vivido procesos desarticuladores de su cuerpo, que lo han llevado a escindirse de su ser integral; para nuestro caso, la cultura judeo – cristiana de occidente que nos ha socializado en una visión dicotómica: el cuerpo y el alma.
En dicha concepción el cuerpo es el portador de los instintos, deseo, es decir, de lo no racional, en oposición al alma que es el asiento de la racionalidad, del juicio, de la voluntad, de la libertad.
En ese sentido, el cuerpo deberá ser sacrificado para que el alma cada vez pueda alcanzar ideales morales, de perfeccionamiento; configurándose de esta manera una actitud que niega al cuerpo su capacidad de expresión, su lenguaje, su necesidad, como condición para un actuar racional.
Aproximarnos al cuerpo es tocar la esfera, de nuestra historia y de nuestra experiencia construida, en aras de sensibilizarnos en la transformación de esos obstáculos que nos impidieron ser y construirnos como seres integrales. Pero al mismo tiempo es ubicarnos en el terreno de la cultura y de los procesos de socialización y de convivencia.
Tal como lo dice Therese Nertherat. “Nuestro cuerpo es nosotros mismos, somos lo que parecemos ser pero nos negamos a admitirlo, no nos atrevemos a mirarnos. Por lo demás ni siquiera sabemos hacerlo. Confundimos lo visible con lo superficial. Sólo nos enteramos en lo que no podemos ver. Llegamos incluso a despreciar el cuerpo y a quienes se interesan por el cuerpo sin detenernos en la forma del cuerpo, las estructuras psicológicas, sociológicas, históricas”.
Luis Carlos Restrepo en su texto “El derecho a la ternura”, plantea: “El cuerpo es la pizarra donde se escribe la cultura: el mármol donde se cincela el signo. La familia con sus pautas de aseo y su educación esfinteriana, al igual que la escuela con sus inviolabilidades orientadas a troquelar los músculos en la reducción viso-auditiva del signo escrito, no tiene otro objetivo diferente que el amaestrar el cuerpo, cumpliendo de esta manera con su misión endo-culturadora”.
En tal sentido la escuela debe superar su estrecha concepción con relación al cuerpo y debiera avanzar para adoptar la declaración de la Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar (I.P.A.):
LOS NIÑOS son la base del mundo del futuro. Los niños han jugado siempre a través de la historia y en todas las culturas.
EL JUEGO, junto con las necesidades básicas de nutrición, salud, protección y educación, es esencial para desarrollar el potencial de todos los niños.
EL JUEGO es instintivo, voluntario y espontáneo. Es natural y exploratorio.
EL JUEGO es comunicación y expresión, combinación de pensamiento y acción; brinda satisfacción y sentimiento de logro.
EL JUEGO está relacionado con todos los aspectos de la vida.
EL JUEGO contribuye al desarrollo físico, mental, emocional y social del niño.
EL JUEGO es un medio de aprender a vivir, no un mero pasatiempo.
Es por ello que la Asociación Internacional por el Derecho del Niño a Jugar I.P.A. está profundamente preocupada por una serie de tendencias alarmantes y su efecto negativo sobre el desarrollo del niño, tales como:
· La diferencia de la sociedad con respecto a la importancia del juego.
· El énfasis exagerado en los estudios teóricos y académicos en las escuelas.
· Inadecuada planificación urbana y rural manifestada en escalas deshumanizadas en sus proporciones, construcciones de formas inapropiadas y mala organización del tránsito.
· La creciente explotación de los niños a través de los medios masivos de comunicación y producción, lo que conduce al deterioro de los valores morales u de las tradiciones culturales.
· Creciente segregación de la niñez en la comunidad
· Permanente contacto de los niños (as) con la guerra, la violencia y la destrucción.
· Énfasis exagerado de la malsana actitud competitiva y de “ganar a toda costa” en los juegos deportivos de los niños.
Por esto, actualmente el juego debe ser un tema de transversalidad curricular y de vital importancia para el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo en la búsqueda de nuevas formas de creación de conocimientos científicos, tecnológicos y culturales.
En tal sentido Jesús María Pinillos García en 1.994 planteaba: “El maestro (a) no puede ser un mero portador de información, un recipiente lleno de “juegos y habilidades motrices” listo para vertirse sobre quien lo necesite, pues antes de ser un posibilitador es: persona humana, congénere, par; también en proceso de construcción permanente. Como tal, el maestro (a) antes de fomentar, refleja, modela, expresa una actitud lúdica, un vivir creativo.
El acto pedagógico debe estar mediatizado por el lenguaje y el disfrute lúdico, para que sea un acto integral más no opuesto ni marginal en la vida del hombre. Lo lúdico, es el encuentro supremo consigo mismo, la relación de empatía con el medio natural y social para dar origen a las formas del arte, la libertad, la creación, el amor, el goce, el lenguaje y las formas de pensar de los individuos.
El juego, como expresión evidente de la lúdica y obviamente del lenguaje y sus reglas de juego, se da en múltiples formas según el contexto sociocultural del grupo sea urbano o rural. Del universo de símbolos que hay en cada cultura se estructuran los juegos, los cuales la mayoría de las ocasiones son adaptados por los seres humanos según sus costumbres y formas del lenguaje, lo cual los hace más interesantes y una verdadera forma de vivencia democrática.
Se juega indistintamente con todos los objetos del patrimonio cultural: con el lenguaje, con los espacios definidos por el uso, con la vivencia propia de la historia, con los objetos, con la ciencia, con el arte. No se juega por jugar, por eso el juego es la representación de la cultura.
A través del juego aprendemos a relacionarnos con el mundo, a descubrir el universo de símbolos de la comunicación humana y vamos formando la idea de los valores y las normas; es desde ahí de donde el juego deviene su encanto, nos atrae y todo lo que aprendemos por medio de él tiene la tendencia a quedarse en la estructura de nuestro pensamiento. Es el carácter pedagógico del juego.
Ahora bien, quien no recuerda los juegos de simulación, jugar al papá, a la mamá, a la enfermera, a los bomberos; juegos que nos acercan a la realidad de los adultos y que no se enseñan están allí en el contexto cultural y en la historia de cada comunidad.
De allí que sea importante el desarrollo de las habilidades motrices básicas para los aprendizajes mentales superiores y del valor que se le debe dar a las diez horas lúdicas, deportivas, culturales y sociales que estableció la ley 115 de 1.994, la cual reconoce la importancia del componente lúdico y sicomotor como elemento esencial del currículo, no solo en cuanto a estas diez horas sino igualmente al obligar la enseñanza del proyecto de aprovechamiento del tiempo libre.
Es por ello que lo establecido en el decreto 1860 de 1.994 debe interpretarse desde la conceptualización de lo lúdico como un componente y no como algo yuxtapuesto al acto educativo. Se trata de pensar el currículo desde la perspectiva sicomotriz, antes que estar buscando cuándo y dónde acomodar determinadas prácticas recreativas, nos debe interesar más el enfoque del currículo y en general del P.E.I., pensados desde la relación lúdica pedagogía en un proceso de educación permanente valorando la sicomotricidad como parte del juego como estrategia pedagógica, de manera que el desarrollo de las habilidades motrices básicas permée todo el proceso del desarrollo educativo y los proyectos pedagógicos en el ámbito institucional.
Se trata de formular una propuesta educativa hacia la construcción de una sociedad, cuyos miembros sean seres integrales en su desarrollo, identificados con su cultura y felices en su condición de seres humanos.
1. PROBLEMA A INVESTIGAR
1.1 TEMA.
LAS HABILIDADES MOTRICES BASICAS
1.2 TITULO.
Estudio del desarrollo de las habilidades motrices básicas en un grupo de 40 alumnas de las edades 9 y 10 años del grado cuarto “A” de la Escuela Urbana República de Nicaragua.
1.3 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
¿Cómo influye la práctica de la educación física en el desarrollo de las habilidades motrices básicas en las niñas del grado cuarto “A” de la Escuela República de Nicaragua de la ciudad de Medellín, comparado con niñas de igual edad?.
2. JUSTIFICACIÓN
La investigación propuesta busca mediante la aplicación de la teoría y la práctica de algunos ejercicios básicos indagar por los conceptos de habilidades motrices básicas, patrones de movimiento, desarrollo, práctica de la educación física, y encontrar explicaciones a situaciones prácticas como: correr, saltar, caminar, lanzar, patear, golpear, recibir, actividades propias del movimiento humano, que afectan a la niña en su desarrollo integral.
Lo anterior permitirá a los investigadores confrontar, contrarrestar y verificar diferentes conceptos de habilidades motrices en una realidad que se presenta en las alumnas del grado cuarto “A” de la Escuela República de Nicaragua como grupo evaluado y realizar unas comparaciones con un grupo de control con la misma madurez escolar y sexo.
Por lo tanto el aporte fundamental de esta investigación a la escuela República de Nicaragua, es el propiciar un de actividades de educación física y deportes que contribuyan a un adecuado desarrollo motor en las niñas del grado cuarto de esta institución.
Hasta el momento se conocen pocos estudios que permitan establecer unos parámetros para evaluar el desarrollo de las habilidades motrices básicas en los niños.
En tal sentido, el objeto de investigación planteado, cumple con los criterios de cientificidad de Umberto Eco, los cuales están asociados a los factores de: realidad, materia, confrontación, utilidad, servicios, verificación y autenticidad.
Tales criterios establecidos por el autor, nos llevan a pensar de manera objetiva que cualquier objeto de estudio debe tener asentamiento en la realidad, es decir, lo que no está asociado a dicha realidad es casi imposible investigarlo.
Esta investigación es factible su realización en la población escogida, ya que se cuenta con los medios, material humano e instrumentos necesarios para su ejecución. El éxito de la misma depende de la motivación y orientación que los docentes den a las alumnas y comunidad en general.
Debido a los problemas anteriormente anotados se ve la necesidad de plantear un trabajo acorde con estas necesidades buscando de esta manera ayudar a desarrollar la parte motriz y la formación integral de las alumnas.
3. MARCO TEORICO
3.1 HABILIDADES MOTRICES BÁSICAS:
3.1.1 Definición.
Se entienden por, habilidades motrices básicas a la actividad caracterizada por una meta general, y que sirve de base para la adquisición de habilidades más específicas (Wickstron, 1977). Las principales habilidades motrices básicas son: caminar, saltar, correr, lanzar, patear, golpear, recibir y pegar.
Son los movimientos que realiza el hombre sean estos deportivos o no. Desde su concepción hasta la muerte y siempre van de manera continua y secuencial. Puede variar la velocidad con la que ocurren (como el caminar en un bebe) los cambios pero no su secuencia u ordenamiento(Ningún niño corre antes que caminar).
Singer, citado por Ruiz Pérez, justifica la denominación de habilidades motrices básicas o movimientos fundamentales bajo tres consideraciones:
Porque son comunes a todos los individuos
Porque, filogenéticamente hablando, han permitido la supervivencia del ser humano.
Porque sirven de base para el desarrollo de otras habilidades sean deportivas o no.
La habilidad motriz es la resultante de un conjunto de coordinaciones especificas emanadas de un aprendizaje motor y que buscan la máxima eficacia de la capacidad y del dominio de la tarea para alcanzar un objetivo preestablecido. Ferriol. En aprendizaje deportivo de Moreno Murcia y Rodríguez. Pág. 57, cita a Ferriol (1990).
Las habilidades motoras básicas son las actividades motoras, las habilidades generales, que asientan las bases de actividades motoras más avanzadas y especificas, como son las deportivas. Correr, saltar, lanzar, coger, dar patadas a un balón, escalar, saltar a la cuerda y correr a gran velocidad son ejemplos típicos de las consideradas actividades motoras generales, incluidas en la categoría de habilidades básicas.
Las habilidades motoras básicas son las actividades motoras, las habilidades generales, que asientan las bases de actividades motoras mas avanzadas y especificas. Arteaga. Revista digital.
Por tal razón, toda habilidad motriz se edifica sobre la capacidad motriz. Marta Castañer. Oleguer Camerino. Fundamentos de educación física para enseñanza primaria. Vol. I. Pág. 254.
Toda tarea de habilidad motriz es un “proceso de aprendizaje” y se sitúa de lleno en una actividad de la pedagogía de lo corporal, disponiendo de situaciones para que el alumno o el deportista evalué, compruebe, analice y modifique su habilidad motriz en el contexto de la educación física o en el deporte. Ferriol. En aprendizaje deportivo de Moreno Murcia y Rodríguez. Pág. 57, cita Ruiz Pérez (1994).
Las tareas de las habilidades motoras son el instrumento fundamental para el desarrollo de las capacidades motoras. Ferriol. En aprendizaje deportivo de Moreno Murcia y Rodríguez. Pág. 57 cita a Meinel y Shnabel (1987).
Por otra parte, Durand(1988), dice que el desarrollo de las habilidades motrices básicas se ha originado básicamente desde dos frentes:
· De una parte, existe el argumento que concede mayor importancia a la intervención de factores “periféricos”, tales como el aumento de potencia muscular en relación con la masa corporal, los cambios morfológicos que modifican el equilibrio general del cuerpo.
· Por otra parte, existe quien atribuye mayor importancia a la actividad cognitiva del niño, actividad que le permite generar ideas para la organización de conductas, mediante la asociación rápida de actos distintos, y producir acciones adaptadas a la situación.
En este mismo orden de ideas, “Las habilidades fundamentales surgen de la combinación de patrones de movimiento que introducen el trabajo, tanto global como segmentario, del cuerpo. Su base reside en la dotación filogenética de la especie humana traducida por la herencia del parentesco.”[1] Son pues, habilidades básicas que se pueden categorizar en función de los ámbitos donde se desarrollan, lo que nos permite diferenciar de forma clara las funciones de:
· Locomoción
· Manipulación
· Estabilidad-equilibrio
Dichas habilidades son fruto de la especialización progresiva de los estudios del acto motor que, tal como describe Bonnet (1983).
Es así que, “El desarrollo de las habilidades motrices como objetivo fundamental no puede aislarse de las capacidades, pues ambas se encuentran interrelacionadas. No obstante, es imposible que se puedan apreciar determinadas capacidades en las primeras, debido a que muchas de ellas se estimulan en edades más avanzada. El desarrollo de estas habilidades no se puede separar, del propio desarrollo del niño”.[2]
De ahí, que las posibles respuestas de la habilidad en las tareas deportivo motoras van a depender de tres elementos:
· Cualidades físicas (velocidad, fuerza, resistencia y flexibilidad)
· Cualidades motoras (coordinación, equilibrio y ritmo)
· Cualidades perceptivo motoras (percepción espacial, temporal y espacio temporal).
En concordancia con lo anterior, la mayoría de las habilidades que se dan en el deporte, por no decir todas, tienen su origen y fundamento en las habilidades físicas básicas, como son: andar, correr, saltar, equilibrio, volteos, balanceos, lanzar, patear, etc.
De ahí que, en la educación primaria entre los 6 y los 12 años representa para el niño un periodo de estabilidad, de crecimiento físico, de mejora motriz regular, siendo estas edades las propicias para los aprendizajes prácticos.
3.1.2 Secuencias del desarrollo en la fase de habilidades motrices básicas.
La fase de habilidades básicas o de movimientos fundamentales comprende a los niños que se encuentran aproximadamente entre 2 y los 7 años. A esta fase la integran tres estadios, el inicial, el elemental y el maduro en los cuales se diferencian patrones de movimiento.
Es necesario resaltar que las habilidades básicas son importantes para el aprendizaje de todas las habilidades especificas que son necesarias para el diario vivir.
3.1.2.1 Estadio inicial
Se caracteriza porque el niño realiza los primeros intentos observables para alcanzar el patrón motor. No existen muchos de los componentes de un patrón perfeccionado, tales como fases preparatorias, de acción y seguimiento. Este estadio se caracteriza:
- Poca coordinación de los movimientos.
- Poco manejo espacio tiempo.
3.1.2.2 Estadio Elemental
Es una etapa transición en el desarrollo motor y se caracteriza porque el niño:
- Mejora la coordinación y ejecución de movimientos.
- Mayor control de movimientos.
- Mayor manejo espacio tiempo.
3.1.2.3 Estadio Maduro
Se observan todos los componentes del patrón en los movimientos en:
- Acción integrada y coordinada de movimientos
- Patrón similar a un adulto hábil.
- Mayor eficiencia mecánica, coordinación y ejecución controlada.
3.1.3 Secuencia de desarrollo en la fase de habilidades motrices especificas.
En esta fase los estudios son separados, pero a menudo se entrecruzan.
El inicio de los estudios durante esta fase del desarrollo motor, dependen de factores cognitivos, afectivos y neuromusculares del niño.
Los factores del individuo y las condiciones ambientales estimulan al niño a moverse de un estadio a otro.
3.1.3.1 Estadio General
Este estadio se caracteriza por los primeros intentos del individuo para refinar y combinar patrones de movimientos maduros. Hay un elevado interés en el deporte, en comparar patrones de ejecución y habilidades con otros.
El niño esta interesado en todos los deportes y no se siente limitado por factores fisiológicos, anatómicos o ambientales. Este estadio se caracteriza porque:
- Intenta mejorar y combinar movimientos maduros
- Elevado interés por el deporte.
- Se compara con otros (competencia)
- Práctica los mini deportes en gran variedad.
3.1.3.2 Estadio Especifico
Durante este estadio el niño se da cuenta de sus ventajas y limitaciones. El individuo comienza paulatinamente a seleccionar cierto tipo de deporte. El interés es ahora colocado sobre el desarrollo de niveles de eficiencia. Durante este estadio la practica es la clave para desarrollar mejores grados de habilidad. Los patrones de movimiento característicos del principiante durante el estadio previo (estadio general) se van puliendo.
3.1.4 Secuencia de desarrollo de la fase de habilidades motrices especializadas.
Este estadio de habilidades especializadas esta caracterizado por la limitación del enfoque del individuo en la participación de unas pocas actividades, frecuentemente comprometidos por periodos de años. Esta fase se caracteriza por:
- Mayor especificidad deportiva
3.1.5 Clasificación de las habilidades motrices básicas.
Estas habilidades físicas básicas se pueden clasificar en: locomotrices, no locomotrices y de proyección / recepción.
--Locomotrices: Se considera movimiento locomotor el realizado por el cuerpo que se desplaza de un punto a otro del espacio, conjugando los diferentes elementos: direcciones, planos y ejes.
Las habilidades de tipo locomotriz no se desarrollan de forma automática, puesto que existe una base de dotación heredada sobre la que se puede iniciar un buen numero de habilidades fundamentales que irán madurando y derivando en uno u otro sentido en función de los factores externos que conforman la especialización motriz de cada niño. Las principales habilidades locomotrices son: caminar o andar, correr, saltar, variaciones del salto, galopar, deslizarse, rodar, pararse, botar, esquivar, caer, trepar, subir, bajar, etc.
--De equilibrio: Las tareas de movimiento, exigidas por las diferentes habilidades, requieren de una constante adecuación espacio-temporal del cuerpo que supone la superación de la fuerza de gravedad, y que da lugar, según las situaciones, a una búsqueda constante de una estabilidad, tanto estática como dinámica.
Los movimientos de estabilidad son aquellos en los que el cuerpo permanece en su lugar, pero se mueve alrededor de sus ejes horizontales y verticales.
Su característica principal es el manejo y dominio del cuerpo en el espacio: balancearse, inclinarse, estirarse doblarse, girar, retorcerse, empujar, levantar, tracciones, colgarse, equilibrarse, etc.
--De manipulación: Referidas a los movimientos de manipulación gruesa producida por las capacidades de imprimir fuerza a los objetos y de recibir la propia de los objetos con los que interactuamos. Al igual que lo indicado en el aspecto locomotor, los movimientos de manipulación gruesa alcanzados por vía filogenética son la base especialización motriz conseguida por el desarrollo que la diversa especificidad deportiva puede aportar.
Se caracterizan por la proyección, manipulación y recepción de móviles y objetos: recepciones, lanzar, golpear, batear, atrapar, rodar, driblar, etc.
Por esta razón, analizaremos ampliamente cada una de las habilidades motrices básicas de acuerdo a la clasificación anterior:
3.1.5 LOCOMOTRICES:
3.1.5.1 ANDAR:
Es una forma natural de locomoción vertical. Su patrón motor esta caracterizado por una acción alternativa y progresiva de las piernas y un contacto continuo con la superficie de apoyo.
El ciclo completo del patrón motor, un paso, consiste en una fase de suspensión y otra de apoyo o contacto con cada pierna.
A mediados del siglo XX, Shirley definió la marcha como “la fase del desarrollo motor más espectacular y, probablemente más importante”. Y es que la adquisición de la locomoción vertical bípeda se considera un hecho evolutivo de primer orden. Y es que hasta que el niño no sabe andar solo, su medio se encuentra seriamente limitado. No se puede mover sin ayuda en posición vertical hasta haber desarrollado suficiente fuerza muscular, reflejos antigravitatorios adecuados y mecanismos de equilibrio mínimamente eficaces.
Por tanto, no podrá andar de un modo eficaz hasta que el sistema nervioso sea capaz de controlar y coordinar su actividad muscular. El niño pasa de arrastrarse a andar a gatas, de ahí a andar con ayuda o a trompicones, hasta llegar a hacerlo de un modo normal.
Andar es una forma de locomoción erecta (Wickstrom,1977).
El andar humano ha sido probablemente más estudiado que otras posturas y movimientos fundamentales en el hombre (GODFREY & KEPHART, 1969).
La adquisición del andar erecto corresponde a uno de los movimientos más importante para la secuencia de desarrollo motor (SHIRLEY, 1931). Se acostumbra a decir que el andar envuelve una organización completa de movimientos, con continúa pérdida y ganancia de equilibrio dinámico donde alternan las fases de acción de la pierna con los de apoyo, importante para el mantenimiento del equilibrio, que tiende a desaparecer cuando la velocidad de locomoción aumenta, y así la forma de locomoción pasa del andar para el correr.
Los parámetros en los cuales se desarrolla la capacidad del andar son controlados por la propia maduración (Wicknstrom, 1977) y también influenciados por los factores ambientales tales como la disponibilidad de objetos para agarrarse (GALLAHUE, 1982).
STEWART(1980) sintetiza la secuencia de desarrollo del patrón fundamental del andar en tres niveles:
Nivel 1: El niño camina con una exagerada flexión del cuadril y rodillas, y coloca el pie para el frente y para debajo de manera abducida, apoyando toda la planta del pie en el suelo. Hay poca evidencia de la extensión del cuadril y tobillo de la pierna de propulsión. Los brazos permanecen en una posición de guardia alta y son usados primeramente para protección, y la separación amplia de los pies utilizada para proporcionar una base estable de apoyo.
Nivel 2: La flexión del cuadril y de la rodilla es disminuida y los brazos se mantienen al lado del cuerpo, oscilando alternadamente en oposición a las piernas, aunque parezca cruzar la línea media del cuerpo. Hay una disminución de la base de apoyo y la abducción del pie es disminuida.
Nivel 3: La flexión del cuadril y de la rodilla continúan a disminuir y los brazos son mantenidos lateralmente oscilando en un arco vertical en oposición a las piernas. La oscilación del brazo es aumentada con el movimiento para atrás. La base estable de apoyo pasa a ser correspondiente a las dimensiones laterales del cuerpo, con el calcañal tocando la superficie en primer lugar. El cuadril y tobillo de la pierna de la propulsión son ampliamente extendidos.
Desde otro punto de vista, para que un niño(a) adquiera esta habilidad motriz de locomoción, debe pasar por una serie regular y escalonada de formas previas al caminar derecho. Se distinguen las siguientes formas: reptar, gatear, deslizar, caminar.[3]
3.1.5.2 CORRER.
El correr es una forma exagerada y una extensión natural de la habilidad básica de andar (WICKSTROM,1977). Difiere del andar, principalmente, por haber una corta fase de vuelo durante cada paso, en la cual el cuerpo esta fuera de contacto con la superficie. El patrón maduro de correr es fundamental para la participación con éxito en una variedad de actividades relacionadas con el deporte (GALLAHUE, 1982).
Correr es una ampliación natural de la habilidad física de andar. De hecho se diferencia de la marcha por la llamada “fase área”. Para Slocum y James, “correr es en realidad, una serie de saltos muy bien coordinados, en los que el peso del cuerpo, primero se sostiene en un pie, luego lo hace en el aire, después vuelve a sostenerse en el pie contrario, para volver a hacerlo en el aire”. Correr es una parte del desarrollo locomotor humano que aparece a temprana edad. Antes de aprender a correr, el niño aprende a caminar sin ayuda y adquiere las capacidades adicionales necesarias para enfrentarse a las exigencias de la nueva habilidad. El niño ha de tener fuerza suficiente para impulsarse hacia arriba y hacia delante con una pierna, entrando en la fase de vuelo o de suspensión, así como la capacidad de coordinar los movimientos rápidos que se requieren para dar la zancada al correr y la de mantener el equilibrio en el proceso.
Los niños en esta edad (9 y 10 años) la forma predominante de movimiento es el correr, y por esta razón todos sus actos y juegos realizados de forma libre y espontanea los ejecutan a través de esta habilidad motriz. La manera de correr de los niños es muy elástica, pudiéndose solo alegar que la presión sobre el suelo no es tan enérgica como en los años posteriores.
De ahí que, “el desarrollo positivo observado en carreras con fines determinados no se da en todos los niños de la misma manera. Las diferencias son particularmente apreciables en la elasticidad. Habría que averiguar si se deben a condiciones ambientales, como son las características del suelo (campo, ciudad), o simplemente a posibilidades de ejercicio”.[4]
3.1.5.3 SALTAR.
Saltar es una habilidad motora en la que el cuerpo se suspende en el aire debido al impulso de una o ambas piernas y cae sobre uno o ambos pies. El salto requiere complicadas modificaciones de la marcha y carrera, entrando en acción factores como la fuerza, equilibrio y coordinación. Tanto la dirección como el tipo de salto son importantes dentro del desarrollo de la habilidad física de salto. Este puede ser hacia arriba, hacia abajo, hacia delante, hacia detrás o lateral, con un pie y caer sobre el otro, salto con los uno o dos pies y caída sobre uno o dos pies, salto a la pata coja. La capacidad física necesaria para saltar se adquiere al desarrollar la habilidad de correr. Sin duda el salto es una habilidad más difícil que la carrera, porque implica movimientos más vigorosos, en los que el tiempo de suspensión es mayor.
Saltar es una forma de movimiento que les gusta practicar a los niños (as) en los primeros años de escuela, pero bastante menos que el correr. A nuestro parecer, todavía no puede hablarse de una automatización. Esto se explica por un lado por el hecho comprensible de que el correr es un movimiento cíclico, mientras que el saltar es acíclico.
3.1.6 NO LOCOMOTRICES.
3.1.6.1 EQUILIBRIO.
El equilibrio es un factor de la motricidad infantil que evoluciona con la edad y que está estrechamente ligado a la maduración del SNC (sistema Nervioso Central).
Hacia los dos años el niño es capaz de mantenerse sobre un apoyo aunque durante un muy breve tiempo. Hacia los tres años se puede observar un equilibrio estático sobre un pie de tres a cuatro segundos, y un equilibrio dinámico sobre unas líneas trazadas en el suelo. A los cuatro años es capaz de que ese equilibrio dinámico se amplíe a líneas curvas marcadas en el suelo. Hasta los siete años no consigue mantenerse en equilibrio con los ojos cerrados.
Factores como la base, altura del centro de gravedad, número de apoyos, elevación sobre el suelo, estabilidad de la propia base, dinamismo del ejercicio, etc. , pueden variar la dificultada de las tareas equilibratorias.
3.1.7 MANIPULATIVAS.
3.1.7.1 LANZAR.
El desarrollo de la habilidad de lanzar ha sido un tema muy estudiado durante décadas. La forma, precisión, distancia y la velocidad en el momento de soltar el objeto se han empleado como criterios para evaluar la capacidad de lanzamiento de los niños. Ante diversidad de lanzamientos y ante la imposibilidad de explicar todos brevemente se citaran las clases de lanzamientos que podemos observar: lanzamientos que emplean los niños nada mas para adquirir la habilidad y difícilmente clasificables en otras formas de lanzamiento, lanzamiento por encima del hombro, lanzamiento lateral, lanzamiento de atrás a delante.
El lanzar es una forma básica cuyo estado de desarrollo es muy diverso en los niños de los primeros años escolares. Se dan todavía las formas que hemos encontrado al tratar sobre los párvulos. El lanzamiento vigoroso con una mano, con transmisión adecuada del tronco al brazo, se da sólo en pocos casos y solo cuando se utilizan pequeños objetos como la pelota. Si se lanza un balón grande, todavía se asegura con la segunda mano, pero el propio lanzamiento se efectúa cada vez con mas frecuencia con un solo brazo.
3.1.7.2 COGER.
Coger como habilidad básica, supone el uso de una o ambas manos y/o de otras partes del cuerpo para parar y controlar una pelota u objeto aéreo. El modelo de la forma madura de esta habilidad es la recepción con las manos. En este caso, cuando otras partes del cuerpo se emplean junto con las manos, la acción se convertiría en una forma de parar.
El dominio de la habilidad de coger se desarrolla a ritmo lento en comparación con otras habilidades porque necesita de la sincronización de las propias acciones con las acciones del móvil, exigiendo unos ajustes perceptivo-motores complejos. Los brazos han de perder la rigidez de las primeras edades, dos a tres años, para hacerse más flexibles, localizándose junto al cuerpo, cuatro años. Hacia los cinco años la mayoría, al menos el cincuenta por ciento, de los niños están capacitados para recepcionar al vuelo una pelota. Pero a la hora de desarrollar esta habilidad debemos tener en consideración aspectos tan importantes como el tamaño y la velocidad del móvil.
3.1.7.2 GOLPEAR.
Golpear es la acción de balancear los brazos y dar a un objeto. Las habilidades de golpear se llevan a cabo en diversos planos y en muy distintas circunstancias: por encima del hombro, laterales, de atrás adelante, con la mano, con la cabeza, con el pie, con un bate, con una raqueta, con un palo de golf, con un palo de hockey. El éxito del golpe dependerá del tamaño, peso, adaptación a la mano del objeto que golpea y de las características del móvil a golpear. Dicho éxito viene, además, condicionado por la posición del cuerpo y sus miembros antes y durante la fase de golpeo.
Dar patadas a un balón es una forma única de golpear, en la que se usa el pie para dar fuerza a una pelota. Es la habilidad que requiere del niño el equilibrio sobre un apoyo necesario para dejar una pierna liberada para golpear. Esta habilidad mejora cuando el niño progresa en la participación de las extremidades superiores, el balanceo de la pierna de golpeo y el equilibrio sobre el apoyo.
3.2 EVALUACION DE LA MOTRICIDAD
En la Educación Física y en el Deporte se utilizan términos o conceptos dirigidos a valorar el potencial del individuo con vistas a su rendimiento. Conviene aclarar previamente los conceptos, condición física, aptitud física y condición motriz que aparecen constantemente como sinónimos.
Según Clarke (1967), “ Physical Fitness” es la habilidad para realizar un trabajo físico diario con vigor y afectividad, retardando la aparición de la fatiga, buscando la máxima eficacia (menor gasto energético) y evitando lesiones.
El termino “Physical Fitness” es traducido por “Condición Física” por unos autores y como “Aptitud Física” por otros.
Según Morehouse (1965) el termino “Aptitud “ implica una relación entre la tarea a realizar y la capacidad para ejecutarla.
Por el contrario, el termino “Condición Física” es genérico, reúne las capacidades que tiene el organismo para ser apto, o no apto, en una tarea determinada.
Dichas capacidades, según Clarke, son:
· Fuerza muscular.
· Resistencia muscular.
· Resistencia cardio-vascular.
El termino “Condición Motriz” se diferencia de “Condición Física” en que esta ultima hace referencia a ejercicios vigorosos y elaborados. Mientras que las variables a evaluar en la condición motriz tienen además en cuenta otros factores tales como: agilidad, flexibilidad y velocidad.
“Desde el punto de vista de la Educación Física escolar, la evaluación de la condición física de un niño(a) se realiza a través de pruebas reunidas en los siguientes apartados”.[5]
· Antropometría.
· Valoración de la capacidad fisiológica (cardiovascular y respiratoria).
· Aparato muscular esquelético (Fuerza).
· Capacidad perceptivo-cinetica.
3.2.1 Evaluación de las habilidades motrices.
Como hemos visto anteriormente, cualquier actividad motriz es la resultante de dos órdenes de factores, unos de carácter cuantitativo, directamente mensurables(Fuerza, Flexibilidad...) y otro de carácter cualitativo, de medición y determinación más difícil, y que tienen por misión específica garantizar la precisión del gesto, coordinando y afinando los movimientos, para ajustarlos al objetivo de acción.
Los factores cuantitativos están asociados a las estructuras morfológicas y orgánicas; los factores cualitativos dependen del nivel de organización funcional de las estructuras perceptivas y perceptivo motrices. La catalogación de las cualidades físicas es un dato establecido que no suscita gran controversia; en cambio la determinación de cualidades motrices es todavía una cuestión bastante polémica y su clasificación varía según los autores.
Consultada la bibliografía existente, vemos como el concepto habilidad motriz se utiliza desde la acepción que envuelve todos los factores (cualitativos y cuantitativos) hasta la que la equipará a acciones en las que se ponen en marcha únicamente las capacidades perceptivas (factores cuantitativos).
En este sentido, podríamos dar como correcto el concepto más usual y arraigado entre nosotros y que podría expresarse como: “Manifestación referida a la organización funcional de las estructuras perceptivas y perceptivo-motrices.
La evaluación de las habilidades motrices se nos presentan, pues, como un hecho complejo y difícil de abordar en su totalidad.
Los aspectos cualitativos de una habilidad motriz determinada son difícilmente mensurables, por lo que para su evaluación tendremos que recurrir a menudo a lo que se denomina “Evaluación Subjetiva”.
Sin embargo, los aspectos cuantitativos pueden ser medidos y cuantificados, es, por tanto, factible una “Evaluación Subjetiva” de los mismos, es decir, se pueden establecer parámetros de rendimiento adaptados a grupos particulares de alumnos.
El término habilidad motriz es también utilizado en el sentido de técnica o aprendizaje técnico (“Motor Skill”); ejecutar un servicio en voleibol, tirar a canasta, nadar estilo mariposa, entre otros, son ejemplos de habilidades motrices específicas.
No obstante este tipo de habilidades depende del dominio o nivel de las habilidades motrices generales con respecto a las específicas que posea el individuo.
Esta doble dimensión del concepto habilidad motriz lleva a la elaboración y aplicación pruebas claramente diferenciadas.
a) Pruebas o Test de evaluación de las habilidades motrices generales.
b) Pruebas o Test de evaluación de las habilidades motrices específicas.
A su vez dentro de las habilidades motrices generales podemos distinguir:
- Habilidades motrices perceptivas: Aquellas que manifiestan prioritariamente, la capacidad de información y la capacidad de ejecución con un alto nivel de precesión (sin exigencias de aplicación específica).
- Habilidades motrices generales propiamente dichas: Aquellas que suponen exigencias corporales más gruesas o funcionales, más ligadas a movimientos naturales o generales.
3.1.9 LA HABILIDAD MOTRIZ SEGÚN LAS DIFERENTES TENDENCIAS DE LA EDUCACIÓN FISICA.
“El desarrollo evolutivo del niño determina que en las primeras edades se considere prioritario el trabajo de los aspectos perceptivo-motores por diversas razones. Las ideas que subyacen en función del tratamiento de estos aspectos responden a diferentes teorías o corrientes.
En las teorías evolutivas (psicomotricidad-psicocinetica), siguen de cerca y de forma paralela la normal y natural evolución del niño, y consideran que el papel de la educación física es colaborar y ayudar en el proceso motor evolutivo del niño. Para esta corriente, la evaluación debe ser considerada como el contraste entre el desarrollo ideal y la realidad de niño. Únicamente constituyen motivo de evaluación los diferentes parámetros que conforman y articulan la propuesta didáctica: estructura del esquema corporal, coordinación dinámica general y especial, percepción espacio-temporal, etc. Aspectos como velocidad segmentaria, agilidad, flexibilidad, etc. Son obviados, pues no son considerada relevantes.
Las teorías funcionalistas, preocupadas por dotar al individuo de unas capacidades orgánico-funcionales con relación a un acervo motor, proponen modelos de evaluación integristas donde se vean reflejados todos los aspectos que conforman la estructura del acto motor: coordinación equilibrio, velocidad, agilidad, flexibilidad, fuerza, resistencia; naturalmente en relación con la edad. Muy vinculadas a la noción de aptitud física potencian una idea higienista vinculada a la salud.
Las teorías fundadas sobre la transferencia de habilidades básicas centran su atención en aquellos aspectos posibilidades y realistas sobre los que construir una educación física de base vinculada estrechamente con los contenidos que posteriormente deberán superar el alumno muy próximos al aprendizaje deportivo; los patrones motores son los elementos referenciales para construir la evaluación.
Visto esto, el término habilidades motrices puede cubrir cualquiera de las tres acepciones. En la primera la evaluación de la habilidad motriz es entendida como la valoración de los aspectos cualitativos (perceptivos) del acto motor. En la segunda, posee un valor polivalente: los aspectos cualitativos y cuantitativos. En la tercera, se hace mención de los patrones motores básicos de la educación física”.[6]
3.2. CARACTERISTICAS DEL MOTOR DEL NIÑO DE 9 Y 10 AÑOS.
3.2.1 Características generales.
Esta es una etapa muy importante en el desarrollo y educacion del niño(a), relacionada con el problema del período critico del aprendizaje. “Etapa optima para influenciar el comportamiento y promover el aprendizaje de las habilidades motrices especificas” (Muñoz, 1989, 138).
Es la mejor época del aprendizaje de la infancia, inicio de la maduración sexual y comienzo de una etapa de desarrollo.
El niño se encuentra en un periodo de transición hacia la
3.3 PATRÓNES BÁSICOS DE MOVIMIENTO:
Es una serie de movimientos organizados en una secuencia particular espacio temporal (Wickstrom, 1977).
Además, se define un Patrón de Movimiento como un algoritmo repetible de acciones cuya combinación permite el ejercicio de una Función Motora que requiere estabilidad y permanencia en el repertorio motor del ser humano. El caminar y el correr, por ejemplo, son Funciones que requieren máxima estabilidad, en razón de su uso frecuente en la vida normal de las personas. Cuando se habla de Función, se refiere al EFECTO de desplazarse por medio de la marcha o la carrera. Al hablar de Patrón, se hace alusión al conjunto de eferencias, aferencias, contracciones, relajaciones y movimientos de los segmentos y palancas óseas que intervienen en la acción.[7]
Los patrones fundamentales de movimiento ocurren en el niño durante el primer año de vida.
Como secuencia de los planteamientos anteriores se puede determinar primeramente que la adquisición de los patrones fundamentales de movimiento es de vital importancia para el dominio de las habilidades motrices básicas. ²De ahí, que la Educación Física adquiere un papel importantísimo en la medida en que ella pueda estructurar el ambiente adecuado para el niño, ofreciendo experiencias, y como auxiliar y promotor de desarrollo”.[8]
En general, los patrones fundamentales del movimiento son categorizados o clasificados en patrones de locomoción, de manipulación y equilibrio.
6.8 HABILIDAD
Es una acción compleja e intelectual que incluye toda una cadena de mecanismos sensoriales, centrales y motores que a través del proceso de
aprendizaje se tomarán organizadas y coordinadas de tal formas que alcancen objetivos predeterminados como máxima certeza ( Whitig,1975).
3.5 INFLUENCIA DE LA EDUCACION FISICA SOBRE EL DESARROLLO MOTOR.
Es la ejecución de un trabajo coherente y planificado de actividades del movimiento, que permiten el desarrollo integral de la persona.
La Educación física se define como aquella disciplina de las Ciencias que se ocupa del proceso Enseñanza-Aprendizaje del Movimiento Humano.
De ahí, que uno de los aspectos más sobresaliente de la practica de la Educación Física es la Educación del Movimiento y por el Movimiento, es decir, la orientación pedagógica del desarrollo psicomotor y el uso del movimiento humano como medio educativo, que puede contribuir poderosamente a la formación integral de los educandos.
4. OBJETIVOS
4.1 OBJETIVOS GENERALES
Evaluar el nivel de desarrollo de las habilidades motrices básicas de las alumnas del cuarto “A” de la escuela República de Nicaragua, que realizan actividad física y compararlo con otras de igual madurez escolar que no practican sistemáticamente la Educación Física.
3.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
· Diagnosticar las habilidades motrices básicas existentes en las alumnas.
· Desarrollar las habilidades y destrezas específicas, como proceso de adaptación y refinamiento de las habilidades básicas.
· Reconocer las habilidades motrices básicas que implican diversos grados
· de estabilización corporal.
· Proponer actividades que ayuden al mejoramiento de las habilidades motrices básicas.
· Comparar el desarrollo de las habilidades motrices básicas de las niñas con un grupo de alumnas de la misma edad.
· Realizar actividades lúdicas que apunten al fortalecimiento de los patrones de movimiento.
· Reconocer las implicaciones de las capacidades físico-motrices en el desarrollo de una habilidad motriz.
· Reconocer las habilidades motrices básicas que implican locomoción y manipulación.
5. METODOLÓGIA
Para efectos de la investigación es necesario recurrir a un diseño metodológico pertinente a la investigación cualitativa, en tal sentido la estrategia metodológica propuesta es aplicable al problema de investigación planteado. Lo que implica asumir con madurez las confrontaciones que alrededor de la temática se propiciarán en aras de favorecer la claridad en la interpretación de las categorías y conceptos utilizados.
En este mismo orden de ideas, la investigación busca a través del método descriptivo realizar un proceso de seguimiento, en la influencia de la práctica de la educación física para mejorar las habilidades motrices básicas; para tal propósito es necesario utilizar el tipo de investigación cualitativa.
Para llevar a cabo dicha investigación es necesario recurrir a las siguientes técnicas de recolección de información:
· La observación directa
· Aplicación de test de movimiento: Test Wells, salto horizontal y vertical, lanzamiento del balón medicinal, prueba de velocidad 20 mts lanzados, prueba de 50 mts, prueba de resistencia 1000 mts, Prueba de coordinación oculo-manual y tiro al blanco.
Las anteriores técnicas se aplicarán a una muestra representativa de la población, comprendida por las alumnas del grado cuarto “A” de la Escuela República de Nicaragua como grupo evaluado, a las niñas de la escuela Arzobispo García (grupo de control) y a los niños de la escuela Fidel Saldarriaga que se encuentran en la misma edad y comparar su desarrollo motor con las anteriores.
La información recolectada en la observación directa y en los test, exigen un procedimiento de codificación, interpretación y análisis de los datos, para dar una explicación al problema planteado en forma descriptiva y hacer sugerencias y recomendaciones que pueden tenerse en cuenta para mejorar las habilidades motrices básicas.
5.1 SISTEMA DE HIPOTESIS Y VARIABLES.
BIBLIOGRAFÍA
ARENAS ACEVEDO, Jairo. Educación Física Infancia y Niñez.
Editorial, Proyección 2001. Publicidad.
BONILLA BOLIVAR, Carlos. CAMACHO C. Hipólito. Educación Física Básica Primaria, Editorial Kinesis.
GONZALEZ BRAVO, Rosario. Manual Práctico para el Desarrollo Psiciomotor del Escolar. Colección Cultura Física y Deportiva. Volumen 1. Medellín 1993.
BRIONES, Guillermo. La Investigación Social y Educativa. Módulo 1. Talleres de litografía calidad Ltda. Bogota Col. 15 de agosto de 1990.
MENDEZ ALVAREZ, Carlos Eduardo. Metodología, Guía para la elaboración de Diseños de Investigación en Ciencias Económicas, Contables y Administrativas. Editorial Mc. Graw-Hil.
MUÑOZ, Luis Armando. Desarrollo motor y Educación Física Infantil. Universidad Sur Colombiana.
MEINEL, Kurt. Didáctica del Movimiento. Editorial Orbe. Instituto Cubano del Libro.
BRAYAN, Craty. El Desarrollo Motor y Preceptor. Editorial Barcelona. España.
[1] CASATAÑER, Marta. La Educación Física en la Educación Primaria. Editorial INDE. Publicaciones.
España. Pág.127
[2] ARENAS ACEVEDO, Jairo. Educación Física, infancia y niñez. Editorial Proyección 2001 publicidad. Medellín. Pág. 134.
[3] MEINEL, Kurt. Didáctica del Movimiento. Editorial ORBE. Habana, CUBA.1971. Pág.205
[4] Ibid. P.223.
[5] BLAZQUEZ SANCHEZ, Domingo. Evaluar en Educación Física. INDE publicaciones. 5ª Edición. España. 1997. Pag. 148.
[6] Ibid. Pag. 156 y 157.
[7] Proyecto: Evaluación diagnostica de las habilidades motoras y crecimiento físico de los niños del jardín.
Universidad Sur Colombiana, USCO. 1991.
[8] El Desarrollo motor y Educación Física Infantil. Luis Armando Muñoz. Universidad Sur Colombiana.
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